Alguna vez en mi vida fui un niño muy energético, carismático y amistoso hasta con el perro del vecino que me perseguía dando gritos. Lo que me trae la cabeza dando vueltas haciendo memoria de mis días en la primaria; la nostalgia, gracias a ella puedo revivir en agonía esos momentos. Agonía , sí. Porque me siento incapaz de hacer algo para volver atrás y revivir cada segundo, cada momento en el que una sonrisa se dibujaba en mí, con los que compartí momentos que son los que me tienen atado a este inaudito pensamiento. ¿Se puede amar y odiar a la vez ? Recordando lo mejor, lo peor... da igual, mi infancia. Como daría por regresar ahí. Nombraré a un grupo de personas que, a día de hoy, jamás las he vuelto a ver y tengo la esperanza de que sí algún día los reconozco, hacerles saber lo muy chula que fue mi estancia en el aula junto a ellos/as. Ámbar Estábamos en la misma aula y ella fue quien se lanzó a hablar conmigo. La tengo en mi mente la última vez que la ví: con
Yo lamentablemente estoy, en definitiva, cansado . Dios mío, conmigo no tienen un poquito de esperanza. Quieren apurarme; empujarme a hacer las cosas que ellos creen que va a venir bien para que deje de perder el tiempo en la casa. Pero es que yo no lo veo así. Trabajan pero no se les ve el peso, entonces osan arrimarme a mi a punta de lloriqueos y llegando a conclusiones de que "yo no quiero trabajar". No estoy en el hiperespacio exterior, tal vez aún no me armado de valor para poner los pies sobre la tierra y reaccionar ante las oportunidades de trabajo que conseguiría, ¿pero qué pueden esperar de la persona que tiene la autoestima más pisoteada sobre la faz de la tierra? Hace meses, o mas bien, hace ya 1 año yo pasaba los minutos en cientos de blogs y foros buscando una solución para vencer el miedo y la timidez, y todo el mundo a quien le hablo sobre esto lo único que tienen para decirme es "sé positivo, piensa positivo" Lo sé, ¿qué podría perder por no